Una decoración Justo a tiempo. Los individuos, en el ánimo de renovar sus espacios, deciden hacerlo por ellos mismos, teniendo en ocasiones algunos tropiezos. De ahí la importancia de contratar a un profesional licenciado en el campo del Diseño y Decoración de interiores. La diseñadora Milandra Ramírez de Arellano nos narra la experiencia y nos presenta su más reciente proyecto. Esperamos disfruten el proceso, tanto como nosotros.
Hace unos meses, recibí la llamada telefónica de un matrimonio que quería contratar mis servicios de diseño y decoración de interiores. El día en que visité a esta joven pareja en su residencia en Praderas en Barceloneta, me encontré con la sorpresa de que su proyecto decorativo ya había comenzado. La propietaria, entusiasmada con la idea de darle un cambio a su casa, había comprado algunos accesorios como cojines, alfombra y unas piezas de arte para su sala y comedor. Por fortuna, justo a tiempo decidió contar con mi ayuda, dándole algo de dirección y así poder continuar con su proceso de compras.
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Las paredes estaban pintadas de un crema con una base algo melocotón. El nuevo color fue un crema de mediana intensidad con base chocolate que lograra un aspecto más neutral sin interferir con los demás colores en el espacio. Se creó algo de contraste aplicándose sobre una de las paredes un marrón no muy oscuro que sirvió de fondo para unos volúmenes que diseñé que proyectan de la pared y en donde se integraron unos nichos decorativos. Los mismos fueron una acertada solución ya que, por la extensión de la pared de donde proyectan, resultaba algo complicado la colocación de piezas que estuvieran de acuerdo a la proporción de la misma.
Piel blanca reviste el sofá seccional y las sillas del comedor aportando luminosidad y sirviendo de base a los cojines que presentan una mezcla de diferentes texturas, color y formatos. La pintura escultórica de la artista Ana María Sabatier, adquirida a través de la tienda Cantópa, aporta calidez y buen gusto a la frialdad de los colores del esquema de color que prevalece. Destaca también en la sala una encantadora mesa de centro con tope en vidrio y base en metal. El vidrio ayuda a alivianar visualmente la pieza ya que, al no haber recibidor, este conjunto de muebles queda posicionado justo a la entrada de la residencia por lo que era menester conservar una buena circulación. Su base en metal hace que no pase por desapercibida ya que presenta una interesante y artística forma geométrica. La misma es de Viva Carpets al igual que la alfombra sobre la que descansa y las sillas del comedor.
Finalmente, no podíamos olvidar la iluminación. El revestimiento de ventanas ya había sido instalado de manera que mi tarea sería seleccionar las luminarias que complementarían el espacio. Tanto la lámpara de la sala como la del comedor tienen elementos en cristal transparente y metal. Dado que en una de las paredes de este último existían unas piezas de arte, era importante tomar en cuenta que la lámpara no interfiriera el contacto visual con la misma. Estas barras colgantes en cristal aportaron sofisticación al espacio permitiendo disfrutar tanto de su belleza como de las piezas de arte.
En todo este proceso logramos no sólo una mejor relación de materiales, si no que también unificamos el espacio en términos de estilo decorativo ya que algunas piezas existentes no seguían el modernismo contemporáneo que ella deseaba.
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Por: Milandra Ramírez de Arellano
Diseñadora de Interiores – CODDI, IFI