Obras de Arte para decorar la casa

Decorar tu hogar con obras de arte originales es una forma de expresar tu estilo personal, mejorar tu entorno y convivir con la belleza día a día. Algunas personas compran una obra para llenar una pared o porque combinan con las cortinas, mientras otras se enamoran de una obra determinada y decoran la habitación en torno a ella. Comprar arte original por impulso es perfectamente válido, pero tomarse el tiempo para hacer una inversión más consciente y responsable hará más satisfactoria tu compra a largo plazo.

Conoce tu gusto. No te dejes influenciar por las modas y tendencias del momento. Desarrolla tu propio criterio viendo arte, cuanto más mejor. Acude a exposiciones, visita galerías, ojea catálogos y demás publicaciones de arte, etc. Al final vas a descubrir que hay disciplinas artísticas que te atraen más que otras, tendrás preferencia por un estilo u otro, temas, colores, materiales y tamaños.

Visita nuestro DIRECTORIO y encuentra los mejores Proveedores para tu casa en Puerto Rico.

Busca el efecto que deseas lograr. Con una obra de arte puedes lograr crear un efecto complementario, focalizar un punto de la habitación, dar tridimensionalidad, añadir espacio y luz, hacer más íntimo un espacio grande o modernizar un espacio tradicional. Todo está en escoger la pieza adecuada para tales efectos tomando siempre en cuenta el gusto y estilo personal.

Localízala en un lugar adecuado. Luego de tener en cuenta aspectos importantes como lo son el presupuesto, las medidas y el estilo, escoge un lugar visible y minimiza los demás elementos decorativos que se encuentren cerca de la misma, esto para darle énfasis y la importancia que se merece. No es necesario que la obra contenga los mismos tonos que el resto de la habitación, pero sí es una buena idea que tenga un toque del color predominante del lugar donde será colocada.

Tómate el tiempo de conocer la biografía del autor de la obra. Un conocimiento básico como lugar de nacimiento, año en el que pintó la obra, movimiento al que pertenece y quizás un dato curioso del mismo, son detalles que hacen la diferencia entre un comprador frívolo y un comprador consiente y respetuoso con el artista. Así pues cuando compres arte, hazlo con la cabeza…y con el corazón.