Llegando la Navidad, una de nuestras prioridades, además de las típicas compras de obsequios, es la compra de nuestro árbol de Navidad. Nada tan representativo de las Fiestas como este elemento que se vuelve punto focal en nuestros hogares sin importar en donde lo coloquemos. Natural o artificial, cautiva la atención tanto de los grandes como de los chicos. Pero, ¿qué debemos tomar en cuenta a la hora de comprarlo? Y, ¿qué debemos tomar en cuenta a la hora de decorar el árbol de Navidad? A eso precisamente dedicaremos las próximas líneas.
Puedo recordar claramente esos días en que salíamos en búsqueda de nuestro arbolito cuando era pequeña. Mis padres siempre escogían, no sólo el más frondoso, si no también debía ser el más alto. Pero también puedo recordar a mi padre recortando la parte superior del mismo porque era tan alto que no cabía en mi casa. La mayoría de las viviendas en Puerto Rico tienen techos de ocho pies y algunas de nueve pies de alto. Es entonces la altura del techo una de las primeras cosas a considerar.
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Recordemos que el árbol se coloca sobre una base que eleva algunas pulgadas al mismo. Además, en la parte superior colocamos generalmente ornamentación que le da mayor altura. Pero no sólo la altura cuenta. Es importante considerar el diámetro, cuán ancho es su follaje. Es común en muchos hogares el tener que remover temporeramente alguna pieza de mobiliario para destinar ese espacio a la colocación del arbolito. Posiblemente si eligiéramos uno menos ancho, no tendríamos este inconveniente. Los artificiales presentan una amplia variedad de estilos en donde los “slim” o “pencil”, cuyo diámetro es cercano a los tres pies o menos, podrían ser nuestra salvación.
Ya teniendo nuestro árbol seleccionado, llegó la hora de montarlo, comencemos por el color. A muchas personas les preocupa si la decoración del árbol debe seguir el mismo esquema de color de la residencia. Para aquellos que prefieren que todo combine, no cabe duda que encontrarán en esta tarea una buena oportunidad para destacar esos colores. Afortunadamente, el mercado de ornamentos navideños ha evolucionado mucho y podemos encontrar accesorios que armonicen tanto con nuestros colores como con el estilo decorativo que impera en el hogar. No sólo esto… esta industria cada día se dirige más a seguir las tendencias diseñando piezas atrevidas lejos de lo convencional.
¿Qué le parece colocar aves exóticas con plumajes de interesantes colores como el turquesa? Esto es sólo un ejemplo de lo que podría encontrar en las tiendas. ¿Y qué con los tradicionales colores de la época como el rojo y el verde? Debo decir que en la Navidad podemos encontrar una excelente oportunidad para romper las reglas. En mi opinión, el árbol se puede tratar como un mundo aparte y utilizar cuantos colores queramos incorporar. Yo, personalmente, disfruto mucho de aquellos árboles que están decorados con muchos colores. Son un reflejo de la alegría de las Fiestas y despiertan en los adultos la inocencia de los niños quienes se maravillan con tanto colorido.
Una opción conservadora que le permitirá reutilizar la misma decoración por varios años sin dejar de verse moderna y con estilo es seleccionar ornamentos en acabados metálicos. Atrévase a relacionar el dorado con el plata, el cobre con el bronce… todo en el mismo pino. Todos estos tonos darán variedad, contraste y mezcla entre tonos fríos y calientes. Para el próximo año puede añadir un color a esta combinación para refrescar y dar un nuevo aspecto sin invertir demasiado.
Ya teniendo todos esto en mente, es el momento de comprar con las guirnaldas de luces. Estas sin duda son el toque especial. Un árbol sin ellas no aporta la misma alegría al entorno. Como todo lo pasado vuelve, podemos encontrar ahora bombillas grandes en variedad de colores y formas. Precisamente por el tamaño e interesantes siluetas, complementan la decoración. En cuanto a los demás adornos, el tamaño de los mismos es uno de los criterios más importantes a considerar. Evitemos la miniatura o pequeñez. En general, por más pequeño que sea el árbol, hablamos de un elemento que va a ser considerablemente grande con relación al espacio. Es por esta razón que los ornamentos deben estar de acuerdo a la escala del mismo.
Aun cuando no tengamos espacio para un árbol grande y quizás sólo podamos comprar uno de algunos dos pies para colocarlo sobre alguna mesa auxiliar, los adornos deben tener gran protagonismo y destaque. Si eliges aquellos con acabados metálicos, debes mezclar brillosos con mate. Esto dará variedad y un mejor contraste de texturas para decorar el árbol de Navidad. Por ejemplo, si colocaras esferas rojas recubiertas de escarcha, incorpora otras brillosas lisas y otras en mate. Toma en cuenta el peso de los mismos. Las ramas de los pinos naturales no son tan firmes y según pasan los días se tornan más débiles dominando el peso de los objetos que le coloquemos. En la parte superior puedes colocar algunas espigas que proyecten sustituyendo el tradicional ángel o estrella. Considera elaborar este cabezal algo asimétrico en lugar de uniformemente distribuido. Esto dará la sensación de tratar el árbol como un arreglo floral contemporáneo en donde ya no siempre se sigue un patrón simétrico. Estas espigas también las puedes utilizar a través de todo el árbol, mezcladas con el follaje.
No tengo duda que con estos consejos ya estás listo o lista para comprar tu arbolito y estoy segura que en esta Navidad te quedará completamente “chic”. ¡Muchas felicidades!
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fotos: HGTV.com
Por: Milandra Ramírez de Arellano
Diseñadora de Interiores – CODDI, IFI